¿Te imaginas construir una casa en un día? No es ciencia ficción, es lo que prometen las nuevas tecnologías de impresión en tres dimensiones. El uso de impresoras 3D en construcción es ya una realidad. Te contamos en qué consiste este tipo de impresión.
¿Qué son las impresoras 3D?
La tecnología de impresión 3D fue inventada por Chuck Hull, un ingeniero americano que patentó este proceso en 1986, bautizándolo como estereolitografía. Las impresoras 3D son máquinas capaces de imprimir objetos en 3 dimensiones a partir de un diseño hecho en ordenador.
Cómo se imprime en 3D
Como decimos todo parte de un diseño hecho en 3D con un programa de diseño como CAD. Igual que en la impresora de nuestro ordenador, el diseño se manda a la impresora para que empiece a imprimir.
En este caso, el material de impresión no es tinta, sino un material apilable como varios tipos de polímeros. La impresora cuenta con una especie de “manga pastelera” que va depositando capas del material, cortadas de la forma adecuada, hasta conseguir el objeto final.
Es difícil entenderlo con palabras, así que puedes verlo de forma más clara en este vídeo, dónde verás en acción a una impresora gigante que puede construir una casa en 20 horas:
Para conseguir los diseños más complicados normalmente se trabaja creando las piezas por separado y después ensamblándolas.
Pero las impresoras 3D no solo tienen impresionantes utilidades en la construcción. También abre un futuro de posibilidades en medicina (para la fabricación de prótesis) y en industria (para la fabricación de piezas). Aunque en realidad con una impresora 3D construir casi cualquier tipo de objeto que imagines.
El precio de una impresora 3D lo convierte aún en un poco asequibles. Los modelos más básicos pueden encontrarse en Amazon, pero si hablamos de impresoras 3D de uso profesional las cifras se disparan por encima de los 10.000 euros.