Qué es la biorremediación ambiental y cómo funciona

En la lucha por encontrar nuevas herramientas que nos permitan luchar contra la contaminación y el deterioro del medioambiente hemos encontrado unos aliados inesperados y diminutos: los microorganismos. ¿Cómo lo hacen? A través de un proceso llamado biorremediación que podría paliar en gran medida el impacto ambiental del hombre.

¿Qué es la biorremediación?

La biorremediación es un proceso en el que se utilizan organismos biológicos para eliminar o neutralizar un contaminante ambiental o de desecho. El término bio hace referencia a los organismos biológicos, lo que incluye típicamente a organismos microscópicos, como hongos y bacterias. Mientras que el término remediación se refiere a remediar la situación.

Dentro de la biosfera de la Tierra, los microorganismos crecen en la más amplia gama de hábitats. Crecen en el suelo, el agua, las plantas, los animales, los respiraderos de aguas profundas, y el hielo ártico, sólo para nombrar unos pocos. Su gran número (mil millones en un gramo de suelo, millones en un mililitro de agua) y su apetito por una amplia gama de productos químicos hacen que los microorganismos sean el candidato perfecto para actuar como nuestros empleados de limpieza del medio ambiente.

En qué consiste la biorremediación

Los microbios pueden metabolizar una amplia gama de compuestos químicos. En este contexto, nos estamos centrando en contaminantes ambientales, pero no olvidemos que los microbios también descomponen las cosas normales, como azúcares, proteínas y grasas, las cosas que normalmente consideramos como alimentos. Algunos de los contaminantes limpiados por microbios incluyen hidrocarburos (petróleo), pesticidas, TNT (dinamita), y uranio.

En algunos casos, los microbios pueden descomponer contaminantes y convertirlos en subproductos completamente inofensivos, como el dióxido de carbono y el agua. En otros casos, los microbios pueden cambiar la estructura del contaminante para que sea inofensivo para los seres humanos y animales o cambiar la solubilidad del contaminante de manera que ya no puede mezclar con nada o moverse en el agua, secuestrando eficazmente el contaminante y limitando la exposición humana y animal.

Un ejemplo de biorremediación se vio durante el vertido de petróleo ocurrido en el Golfo de México en el 2010.

Durante y después del derrame, los microbios, que eran capaces de metabolizar el aceite, florecieron y contribuyeron significativamente a la remediación de la zona contaminada. La respuesta microbiana fue clave para limitar el impacto ambiental del derrame.

A pesar de que la biorremediación ambiental es una gran herramienta para contrarrestar la contaminación, tampoco es algo que pueda usarse siempre. Los microorganismos podrían crecer sin control y generar otro problema.

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