Hay construcciones que siempre dan sensación de modernidad, esto no significa que no representen su tiempo, el período en el que fueron proyectadas, sin embargo su diseño se adapta a cualquier época. La Villa Savoye de Le Corbusier es uno de esos proyectos por los que no pasa el tiempo.
Cómo transformó la arquitectura la Villa Savoye de Le Corbusier
Índice
Se puede decir sin ningún género de dudas que la Villa Savoye de Le Corbusier trasformó la arquitectura del siglo XX. Los siguientes 5 puntos explican soluciones arquitectónicas que hoy son muy comunes pero que surgen por primera vez en este proyecto.
- La construcción descansa sobre columnas, también llamadas pilotis, generando una unión orgánica entre la parte baja de la vivienda y el entorno.
- Se eliminan los muros de carga y se aporta continuidad gracias a esta especie de peristilo que forman las columnas.
- Se libera la fachada de soportar el peso, por lo que puede adquirir cualquier tipo de forma a partir de ahora.
- Se añade una gran ventana corrida horizontal que genera una visión panorámica.
- La cubierta es plana, en lugar de diseñarse a 2-4 aguas, además se añade un jardín en esta zona.
Seguramente ninguno de estos cambios impresione en la actualidad, pero en los años 20 del siglo pasado supusieron una auténtica revolución.
Historia de la casa, datos curiosos
Esta construcción estaba pensada como una vivienda unifamiliar en el valle del Sena en la localidad de Poissy, a una hora de París. Su construcción finalizó en el año 1929, sin embargo la familia que residió en Villa Savoye lo hizo por pocos años, debido a la invasión nazi en el año 1940.
Después de muchas décadas, en la actualidad es una casa-museo dedicada a la obra de Le Corbusier. El mantenimiento de la obra lo realiza la institución pública francesa Monuments of France.
La idea de Le Corbusier fue crear un espacio continuo, uniendo los diferentes niveles y estancias de la casa hasta llegar a la terraza superior. La forma general es cúbica, sin embargo la primera planta parece flotar sobre el terreno debido a los pilotis que la soportan. Parte de la planta baja está pintada de verde para generar esa sensación de flotar del espacio superior.
Le Corbusier estaba fascinado por la aparición de máquinas al principio del siglo XX, especialmente transportes como el coche o el avión, así que concibe esta casa como una “máquina para habitar” con características totalmente funcionales, poniendo el diseño al servicio de la utilidad de la propia construcción.